El daño renal puede ocurrir de un día para otro y es lo que se denomina enfermedad renal aguda (LRA) o puede ocurrir de forma lenta y silente y es lo que acontece en la enfermedad renal crónica (ERC). La enfermedad renal crónica es una de las enfermedades renales más frecuentes en perros y en gatos y una de las principales causas de mortalidad en pacientes geriátricos. La ERC, o en su fase más avanzada el “fallo renal crónico”, se refiere a las alteraciones multisistémicas que resultan de la pérdida gradual y progresiva del número de nefronas funcionales. La enfermedad renal crónica por definición es una enfermedad progresiva y muy posiblemente evolucionará en diferentes estadios en los que se irán incrementando las manifestaciones clínicas. Los signos clínicos suelen aparecer cuando se han perdido más de dos tercios de la función renal. Los principales son poliuria y polidipsia, náuseas, vómitos, pérdida de peso, anorexia y letargo. La diarrea, estomatitis (±úlceras linguales), hipersalivación y halitosis son síntomas posibles. También puede observarse incremento de la presión arterial (sangrado y/o desprendimiento retina) y anemia en diferentes grados.
La velocidad de progresión es variable en función de la enfermedad causal, del paciente y de la especie (en gatos progresión más lenta), por ello cada animal deberá ser valorado de forma individual y no asumir que todos presentarán la misma sintomatología, que requieren el mismo tratamiento o tendrán la misma esperanza de vida. La IRIS (International Renal Interest Society) ha propuesto un sistema de estadificación para la ERC basado en la concentración de creatinina en el paciente estable (los pacientes con crisis urémicas deben ser estabilizados previo a su clasificación). Se establecen de esta forma cuatro fases o estadios que a mayores se subclasifican en función de la tensión arterial y de la proteinuria. No es lo mismo un paciente que presente una ERC compensada o incipiente que un paciente que presente una ERC descompensada o ya en fase avanzada. De forma general no suele manifestarse una sintomatología aparente hasta que la enfermedad se encuentra ya en estadios muy avanzados (estadio III y IV). La evaluación de la función renal se basa en la determinación de urea y creatinina en plasma junto con la medición de la gravedad específica/densidad de orina. El uso de otros parámetros como la presión arterial, la detección de proteinuria y la determinación de la SDMA contribuye a establecer los diferentes estadios (IRIS) en los pacientes con enfermedad renal crónica, con recomendaciones terapéuticas e información pronóstica para cada estadio. Por eso desde Clinanimal os ofertamos este mes de Abril y Mayo un chequeo para vuestros animales valorando el estado actual de nuestros pacientes renales, este chequeo incluye medición de presión arterial, SDMA, bioquímica de 17 parámetros y urianálisis completo por solo 110.99€.
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